Consejos para mejorar la autoestima

Las actitudes que tengamos en el día a día serán fundamentales a la hora de mantener una adecuada autoestima y para que esta vaya mejorando o para que no se resienta demasiado cuando nos encontramos ante alguna situación adversa.

Antes de comentar algunas pautas para cuidar nuestra autoestima, mencionaremos algunas actitudes y/o conductas o formas de pensar que son consideradas como indicadores de  baja autoestima. No nos referimos a algo puntual, sino más bien a una forma de funcionar generalizada en la persona. Estos indicadores son los siguientes:

– Autocrítica excesiva, intensa o generalizada.

– Hipersensibilidad o intolerancia a las críticas o cuestionamientos por parte de los demás.

– Indecisión crónica o miedo desproporcionado a equivocarse.

– Deseo innecesario por complacer y agradar a los demás (dificultades para decir no o excesiva complacencia por algún otro motivo).

– Perfeccionismo, autoexigencia despropocionada. Tendencia a hacer las cosas «de 10» e intolerencia a las equivocaciones.

– Culpabilidad constante, pensando en el pasado, repasando acontecimientos y sintiéndose mal por algo que ya no tiene solución o si la tiene no hacer nada al respecto.

– Actitud defensiva ante los demás, irritabilidad o susceptibilidad extremas.

– Negativismo, conformismo, apatía o inapetencia generalizados.

– Relaciones interpersonales «tóxicas» o perjudiciales. Una persona con problemas de autoestima suele rodearse (atraen como si fueran un imán) de personas también problemáticas. Son típicas las relaciones de dependencia emocional.

Las recomendaciones principales para mejorar la autoestima son las siguientes:

– Convertir lo negativo en positivo. De todo lo malo se puede sacar algo bueno. «Un problema puede contener la semilla de la oportunidad».

– No generalizar, esto es, no extraer conclusiones generales o globales a partir de hechos o experiencias negativas puntuales o concretas.

– Centrarnos en lo positivo. Valorar los aspectos positivos de nuestra vida o de una situación por incómoda o desagradable que sea. Repasar los logros y éxitos (no sólo los fracasos o errores, seamos justos). Valorarnos por todo aquello que nos gusta de nosotros y tratar de sacarle partido a las potencialidades que tengamos.

–  No compararse. Siempre habrá alguien más favorecido que nosotros en alguna cuestión y también alguien más desfavorecido, así que compararnos no nos lleva a nada. Asumir que todos somos diferentes, únicos e irrepetibles.

– Confiar en nosotros mismos. Olvidarnos del «qué dirán», actuar de acuerdo a nuestra forma de pensar y a lo que sentimos (ser honestos con nosotros mismos).

– Esforzarnos para mejorar. Podemos llevar a cabo un plan o proyecto de superación personal siguiendo el procedimiento descrito en el artículo publicado anteriormente en el blog, titulado «Resurgir de las cenizas».

Todos estos consejos, suponen un cambio importante en nuestra forma de ver la vida, de concebirnos y de actuar. No se trata de un camino fácil, ni mucho menos, pero creemos que merece la pena intentarlo. Con esfuerzo, constancia y confianza notaremos pequeños avances y, con el tiempo, la mejora de nuestra calidad de vida.

Iván Hernández Santana

Centro de Atención Multidisciplinar.

Comments are closed.